Tamames

• Pueblos de la Comarca

Una de las localidades con mayor población, servicios y patrimonio histórico de la comarca. Punto de encuentro del Campo Charro y las sierras del sur. Destacan sus rutas de senderismo por la Sierra de Tamames, su laguna de Tamames, su fuente de Roldán, sus hornos de cal, su singular cocido y su voluminosa iglesia de Nuestra señora de la asunción. Construida entre los siglos XV-XVI, su capilla mayor es obra de Gil de Hontañón (arquitecto renacentista considerado como de los mejores arquitectos del siglo XVI). La Guerra de Sucesión provocó graves daños en el edificio y obligó a una profunda reforma. Su espigada torre data del siglo XV y se considera su parte más antigua. Por último, y dentro del casco histórico, debemos destacar su alta y solitaria torre. Hoy día, esta vieja fortaleza medieval luce coronada por una nutrida y ruidosa colonia de cigüeñas. Sus inciertos orígenes parecen remontarse hasta el siglo XI, una época sumamente convulsa con cruentas guerras contra los reinos musulmanes y entre los propios reinos cristianos de las coronas de León y Castilla. No obstante, y para introducir aún más misterio y valor, su dintel visigodo (siglo V-VII) nos hace pensar en que la actual fortaleza pudo aprovechar una anterior construcción visigoda. Su indudable valor histórico y arquitectónico la convierten en un referente de toda la comarca.

Desde su camping (a la entrada del pueblo según venimos desde Linares) podemos disfrutar de una ruta senderista apta para todos los públicos. Siguiendo la falda de la cara norte de la Sierra de Tamames llegamos hasta una dehesa que es un auténtico jardín, fresco y tranquilo. Entre sus floridos espinos se encuentran valiosos hornos de cal que conservan gran parte de su arquitectura. Conservando el mismo sendero llegamos hasta un collado que permite cruzar la sierra y dirigirnos hacia el sur, hasta la localidad de Aldeanueva de la Sierra, con magníficos quesos y nuevas rutas senderistas, o bien, podemos tomar rumbo oeste y regresar a la derecha hacia Tamames por un camino que parte a las faldas de esta sierra. Esta ruta aparece descrita con más amplitud en el apartado de rutas: el occidente de la Sierra de las Quilamas.

En el entorno de Tamames debemos destacar sus extensas dehesas de encinas y sus fincas ganaderas, de gran tradición en la cría de ganado para la producción de carne. Algunas de estas fincas tienen un muy destacable valor arquitectónico e histórico y es, inevitable, no acordarnos de una película tan icónica como fue Los santos Inocentes y el retrato social y natural que hizo Miguel Delibes de la vida en las dehesas ibéricas. Para entender la película y el valor ecológico de las dehesas no debemos olvidar el histórico proceso de transformación de los antiguos bosques ibéricos en amplias dehesas para la producción de carne, leche, cultivos y hasta miel. Esta transformación supuso un cambio drástico de la biodiversidad de los bosques primigenios, pero, al mismo tiempo, dio lugar a la creación de un paisaje y un ecosistema humano exclusivo de la península ibérica y que es una de las estampas más representativas de nuestro país. El cambio climático, el dramático despoblamiento de nuestro campo y la crisis de precios del sector primario son serios retos que deberán afrontar las dehesas y sus pobladores para garantizar su supervivencia.